Ingredientes
- 3 huevos medianos
- 125 gr. de azúcar
- 200 gr. de harina de repostería
- 50 ml. de leche entera
- 100 ml. de aceite de girasol
- 50 ml. de anís
- 2 cditas. y media de levadura tipo Royal
- 1/2 cáscara de naranja rallada
Fotos

¡ Hola a todos !
Creedme si os digo que tengo, al menos, cinco recetas para publicar, ¡y no encuentro el momento de sentarme a escribir el post! Son tiempos de mucho lío para mi, habrá que organizarse mejor :).
Hoy os traigo unas magdalenas muy fáciles de preparar y con un sabor que, últimamente, me gusta mucho en la repostería: el anís. Aunque no seáis muy fans de este ingrediente, os aseguro que el toque que le da es realmente rico, y con el fondillo del sabor a naranja.. ¡deliciosas!
La verdad es que es una receta muy rápida y resultona, de hecho la hice este fin de semana sin tenerla planificada. Había preparado una tarta y un brownie (cuyas recetas ya os contaré) y, en el último momento, pensé que a lo mejor no llegaba para todos (éramos unos cuantos..), ¡y qué bien hice! Nos lo comimos practicamente todo, lo cual es muy satisfactorio para la cocinera, ¿verdad?
Os cuento ya cómo hacerlas.
Elaboración
- Tamizamos la harina y la levadura, rallamos la naranja, y reservamos.
- Batimos los huevos con la batidora. Poco a poco vamos agregando el azúcar, mientras seguimos batiendo en todo momento.
- Agregamos el aceite y, a continuación, la leche y el anís. Batimos de nuevo.
- Añadimos ahora los ingredientes secos, y mezclamos muy bien, intentando que no quede ningún grumo y que todos los ingredientes se integren perfectamente.
- Distribuimos la mezcla preparada en los moldes de papel, colocados dentro de un molde metálico para que no se deformen. Rellenamos 3/4 partes y espolvoreamos con azúcar (opcional).
- Horneamos las magdalenas, en horno precalentado a 190 ºC, durante unos 15-18 minutos o hasta que veamos que han subido lo suficiente y estén doradas.
- Una vez fuera del horno, esperamos unos minutos y las sacamos del molde metalizado para que terminen de enfriarse.
Sólo añadir que, con un chocolate bien calentito y, claro, buena compañía y conversación, ¡estas magdalenas son perfectas!
¡¡ Hasta pronto !!
Encar